Cuando se aproxima Semana Santa en la ciudad de Buenos Aires los citadinos transitan por una situación muy característica. El cuarenta por ciento de ellos ven esos días como unas minis vacaciones muy bien merecidas y viajan a las montañas, al mar, a esquiar y a conocer nuevos lugares.
Las personas que se quedan en la ciudad la pasan muy bien, ya que tienen miles de kilómetros de cemento para ellos solos. Entonces, manejar por la Avenida 9 de Julio e ir a tomar un café en plena Avenida Corrientes es un placer que pocos pueden disfrutar con tranquilidad sin tener que estar mirando la hora obsesivamente para no llegar tarde a trabajar, a hacer algún trámite o a estudiar.
Es una tradición que el Domingo de Ramos, los creyentes recuerdan la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús yendo a misa, en la cual se les hará entrega a los feligreses de ramitas de oliva o laurel, que conmemoran la entrada de Jesús a Jerusalén. Es por esta razón que una semana más tarde las personas, al ver cómo se van secando las hojitas, guardan algunas y otras la destinan para saborear riquísimos platos sobre la base de salsas perfumadas con el exquisito laurel.
Lunes y martes son muchos los que trabajan, pero es muy común que, justamente, el lunes a la mañana «caiga» en el país una epidemia de gripe, que, lamentablemente, enfermen a muchos de los compañeros del trabajo y de la universidad, dejándonos solos haciendo el trabajo de ellos. Por ende y, tristemente, tengan que pasar el resto de la semana santa enfermos en cama. ¡Eso sí! al próximo lunes, no se sabe cómo, pero aparecen en la oficina, con un bronceado espectacular que irradia vitalidad y energía. Claro está que la explicación es que el médico sugirió que se sentara a tomar un poquito de sol en el balcón.
Son muchas las cosas que se pueden hacer en esta maravillosa ciudad. El jueves es utilizado para ir de compras, regalarse y hacer regalos para el domingo de Pascuas. El viernes es un día muy especial ya que es feriado, pero hay muchos lugares a donde se puede ir. Uno, es ir a hacer una recorrida Gourmet, ya que muchos restaurantes, hacen menúes especiales para ese día, a base de mariscos, pastas mediterráneas, empanadas gallegas, paellas, etc. Dejemos en claro un punto, ¡nadie se va a morir de hambre por no comer carne un día! Entrada la noche, está muy bueno reunirse con amigos a ver películas, jugar a las cartas o simplemente a charlar un rato.
Llegado el sábado, podemos ir al teatro, a un hermoso spa, ver un lindo show, ir a bailar, conocer la ciudad y prepararse para festejar el Domingo de Pascuas con los seres queridos.
El Domingo de Resurrección, los restaurantes están llenos. Las personas comen y disfrutan de este placer, en especial al degustar las fantásticas mesas dulces.
Pero esta Semana Santa en Buenos Aires se va a vivir de una forma diferente y especial, ya que la asunción del Papa Francisco, ha llenado de humildad y espiritualidad al pueblo argentino y eso los ha posicionado con otra mirada frente al significado de estas fiestas. Así que la Semana Santa va a ser más tranquila y rodeada de afectos sinceros.