La Boca es un barrio clave en el circuito turístico de Buenos Aires. Los porteños se ocupan de mostrar este maravilloso rincón de la ciudad, pero ¿por qué?
Podríamos creer que es porque, según revela la historia, fue allí donde se fundó por primera vez la ciudad, pero el mismo paso del tiempo ha convertido a este lugar en un centro de atracción de distintos grupos que habitaban la ciudad.
La República de la Boca, como se la conoce por un conflicto laboral de fines del siglo XIX, es un lugar único, con sus propias reglas y sus propias leyendas urbanas. El barrio tiene dos ejes centrales: Caminito y la Bombonera (estadio del Club Atlético Boca Juniors). Sin embargo, esconde en sus calles y veredas numerosas historias fascinantes.
Curiosidad: ¿Sabés que la Boca reunió a los inmigrantes genoveses y por esto los hinchas del club son conocidos como xeneizes (deformación de zenéize)?
Caminito es la historia de un sendero abandonado que unos vecinos decidieron reconstruir. Conocido como “la curva”, estos 150 metros se llenaron de colores y locales que abren un espacio de vida y magia en el corazón del barrio. A tan solo 400 metros de allí, late, sin dudarlo, el barrio en la Bombonera.
Paseando por Caminito es habitual encontrar a una gran cantidad de turistas aprendiendo los colores en español. Las paredes de los conventillos están teñidas de amarillo, verde, rojo, azul y rosa. Además, múltiples obras artísticas se exponen en este centro cultural al aire libre.
Rodeando el sendero, uno puede hallar varios atelliers o talleres de pintura donde artistas anónimos pasan días enteros sentados frente a los lienzos dibujando ese aire que solo se respira en la Vuelta de Obligado.
Aquí las calles se caracterizan por tener las veredas muy altas, debido a las grandes inundaciones que sufría el barrio. Una construcción hidráulica importante logró retener el agua, pero no la fuerza que transmite esta gran curva del Riachuelo.
La Boca contiene el primer cuartel de Bomberos Voluntarios de la ciudad y desde allí transmite también el calor del carnaval, cuando en febrero se lucen las comparsas y los tambores que marcan el ritmo propio del sur de Buenos Aires.
SUPERCLÁSICO: River Plate es el “contrincante” oficial de Boca Juniors porque en sus inicios los dos se fundaron en el mismo barrio. River luego se mudó a Nuñez, pero la rivalidad deportiva se mantiene desde entonces.
Inundado por la mitología del tango, este lugar se ocupa de brindarles a los turistas espacios para escucharlo, para bailarlo y saborearlo. El tango se oye en todos los negocios y parejas de bailarines se multiplican por las veredas en el marcado 2×4.
Así, la fusión de los tambores del carnaval con la sensualidad del tango, de los turistas con los porteños, de los bodegones típicos de la zona con los conventillos se reúnen alrededor de un solo latir. La Bombonera, así llamada por la forma del estadio, concentra a miles de personas cada vez que allí se juega un partido. Su amplia popularidad permite que se encuentren hinchas de este club en todas partes del mundo y sea conocido por el que atrae a la “mitad más uno”. Hay quienes sugerimos entrar a ver un partido de Boca aunque sea una vez en la vida para poder entender a la República de la Boca. El canto de la hinchada, la magnitud del espectáculo deportivo, la fuerza del barrio son inexplicables y solo entendibles desde un solo significado: la Boca late.
Texto: Milagros Schroder