Recoleta

Pensar a Buenos Aires desde la Recoleta es atravesar la ciudad desde la Historia, el Arte, el Turismo y la Gastronomía. Este barrio se ocupa de atender todos los puntos de interés, al mismo tiempo que encanta por su arquitectura, su diseño y sus espacios de aire verde. Ubicado en el centro de la capital argentina, la Recoleta atrae a los porteños con su amplia oferta cultural y a los turistas con múltiples propuestas. Sin más preámbulos, recorramos estos 5 km2 de la ciudad.

Curiosidad: Por ser tan céntrico, Recoleta tiene una importante oferta en alquileres temporarios: departamentos totalmente equipados para estadías cortas, medias o largas.

El paseo comienza en Junín 1760, en la puerta grande del Cementerio de la Recoleta. Un lugar, paradójicamente, lleno de vida a su alrededor y tan histórico por dentro. Al entrar, tres fechas recuerdan los años de creación y de restauración. Paseando por las distintas callecitas internas, encontramos bóvedas con distintos estilos arquitectónicos y observamos los diferentes estilos, que nos hacen dar cuenta de que la “última morada” para muchos debe ser igual de lujosa que la morada que han tenido en vida. Escultores de diferentes partes del mundo exponen aquí obras hermosas en mármol o bronce. Pensar en caminar por el cementerio puede provocar miedo, pero, cuando se va cruzando con las distintas personas que por allí pasean, la curiosidad y el deseo se apoderan de uno. Desde señores durmiendo la siesta, turistas fotografiando a la cantidad de gatos sueltos que hay en el recinto hasta estudiantes de Historia visitando las tumbas de Evita y otros personajes muy reconocidos. Cinco manzanas y más de cuatro mil sepulcros que revelan historias fantásticas, curiosas y, por qué no, divertidas.

Cementerio de la Recoleta
Cementerio de la Recoleta

 

Saliendo del cementerio, hacia la derecha se encuentra Plaza Francia, al frente una calle repleta de bares y hacia la izquierda Recoleta Mall.

Nos dirigimos a Plaza Francia y encontramos la Iglesia del Pilar, la más importante de toda la ciudad, y el Centro Cultural, que entre sus actividades propone la visita al Museo Prohibido No Tocar. Ideal para satisfacer todas las preguntas de física, matemática, química y biología. Para chicos y para grandes, este museo presenta una amplia variedad de actividades donde se aprende “tocando”. Entre nosotros, muchos adultos llevan a sus niños y terminan jugando a la par.

Llegamos a la plaza y nos sumergimos en los stands artesanales que nos invitan a conocer distintos objetos típicos de la cultura porteña y probamos unos ricos panes rellenos para seguir viaje.

Arte: A pocos metros de Plaza Francia se ubica el Palais de Glace, un espacio de exposiciones, que se construyó para albergar una pista de patinaje sobre hielo y ahora reúne obras de los primeros premios del Salón Nacional de Artes Visuales.

Volvemos por Junín y llegamos al complejo de cines, en Recoleta Mall, y elegimos un estreno para aflojar la caminata y continuar disfrutando de todas las propuestas del barrio.

Ya de noche, con ganas de cenar y tomar algo, elegimos un lugar sobre la calle Junín y nos quedamos allí, saboreando una auténtica carne argentina.

Recoleta
Recoleta

Cansados del día, seguramente lo ideal sería volver a descansar, pero en Recoleta la propuesta nocturna nos atrapa y encontramos a una multitud de jóvenes que comienzan a llenar los bares, para tomar una cerveza entre amigos y conocer gente nueva.

Nos falta mucho para ver, pero en tan solo unas pocas cuadras, Recoleta nos invitó a vivir una Buenos Aires auténtica, con la fortaleza de su historia, la magia de sus habitantes y la energía de un barrio que abre sus puertas y revela sus mejores secretos al mundo.

 

Texto: Milagros Schroder

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