Colegiales

Decidí comenzar este recorrido en avenido Elcano, para descubrir el Pasaje Corregidores. Una cuadra nomás de preciosos chalets que deseaba conocer hace tiempo. Lo recorro observando el empedrado y la arquitectura. Continúo por avenida Los Incas hasta Conde y camino por allí.

Un gran parque abre su espacio. Recuerdo haber estado en otro momento, pero está cambiado. El sol del otoño me invita a sentarme unos minutos en esta plaza. Estoy en la Plaza Mafalda. Muros pintados con la historia famosa de Quino me hacen reír y disfrutar.

Una señora se acercó y conversamos acerca de Colegiales. Me reveló que en una encuesta fue galardonado por ser el barrio con mejor calidad de vida de la capital porteña. ¡Y cuánta razón! Sus calles son tranquilas, ofrece amplios espacios verdes y tiene una edificación baja en la mayoría de sus rincones.

Curiosidad: En este barrio funcionaban silos que en la actualidad han sido remodelados en prácticas viviendas para los vecinos.

Recorrer el barrio de Colegiales
Recorrer el barrio de Colegiales

Muy cerca de allí, un vecino me comenta que se ubica el Mercado de Pulgas. No lo dudo, me dirijo hacia allá. Alrededor de 150 locales en un gran galpón con mercadería de todo tipo: muebles, antigüedades, vajillas y lámparas de todo tipo. Algunos tienen mucho valor y otros son objetos más sencillos usados. No puedo salir de ahí sin hacer alguna compra. El lugar es maravilloso: lleno de gente y completo de mercadería. Compré algo sencillo para poder cargarlo mientras sigo mi recorrido por el barrio.

Un vendedor me contó la historia del lugar: más de 15 años funcionó en el mismo galpón y por problemas edilicios tuvieron que mudarse durante algún tiempo. Gracias a obras del Gobierno de la Ciudad pudieron recuperar el espacio original en el 2011 y hoy disfrutan de un edificio “hecho a nuevo”.

Historia: Colegiales era un sector de una chacra en la que veraneaban los estudiantes del Nacional Buenos Aires, famoso y renombrado colegio porteño.

Sigo caminando por el barrio y hallo sobre la calle Guevara un museo que llama poderosamente mi atención. ¡El museo del acordeón! Este instrumento magnífico protagonista de tanta música se replica ante mis ojos en una muestra muy cuidada. Además, numerosas fotos y documentos dan cuenta de su historia. En una de las habitaciones se desarrolla un taller en el que arman acordeones. Ver trabajar a los talleristas con tanto detalle fue algo fascinante en mi recorrido. Estoy muy entusiasmada.

Dato gastronómico: la oferta culinaria es muy rica en cantidad y calidad, pero recomiendo visitar Ocho Esquinas, un restaurante de comida alemana en avenida Forest.

Museo del Acordeón en Buenos Aires
Museo del Acordeón en Buenos Aires

Vuelvo por Avenida Córdoba y en una esquina veo el Museo de los Chicos. No me animé a entrar sola (sin chicos), pero un cartel me indica que un predio de más de 2500 m2 con una amplia variedad de actividades para los más pequeños, que pueden disfrutar desde literatura y arte hasta juegos muy divertidos.

Sin dudas, este barrio es privilegiado. Los vecinos lo cuidan mucho, los visitantes lo respetan aún más. Además, el Gobierno ha invertido en obras que le agregaron valor. Caminar por Colegiales brinda la sensación de estar en otra ciudad, y, sin embargo, está ubicada casi en el centro de Buenos Aires, muy cerca de Palermo, Belgrano y Chacarita. Esto también imprime más ventajas para recorrerlo.

Un paseo que no puede dejar de realizar, para reír, conocer, comprar y maravillarse con todas las propuestas que ofrece en tan solo 2,5 km2.

 

Texto: Milagros Schroder

 

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