Buenos Aires alberga en sus barrios a numerosas colectividades de todo el mundo. Descubra los pueblos representados y sus atracciones.
Alemanes, griegos, holandeses, irlandeses, ingleses, italianos, polacos, bolivianos, brasileros, rusos, japoneses, paraguayos, chinos, franceses, rumanos, entre otros tantos encuentran en la capital argentina y sus alrededores un espacio para asentarse y desarrollarse. Veremos las atracciones que cada uno de ellos brinda.
Italianos: estos ciudadanos se dispersan por toda la ciudad, gracias a una amplia presencia institucional, representada, entre otros tantos, por el Círculo Italiano, la Societá Dante Alighieri y el Hospital Italiano. El atractivo más interesante es el Palacio Barolo, un edificio construido en homenaje a la obra “La divina comedia”, que se encuentra a pocas cuadras de la Plaza de Mayo, en pleno centro de la capital. En Plaza Italia, en el barrio de Palermo, se puede visitar el monumento a Garibaldi y la Columna romana, la obra más antigua de la ciudad.
Armenios: centralizados en el barrio de Palermo, esta colectividad se ocupó de desarrollar los tejidos, los calzados y las alfombras en la ciudad. Asimismo, en los últimos tiempos se destacaron por los exquisitos menúes culinarios que contemplan los típicos sabores árabes. La Catedral Armenia, sobre la calle Charcas, es un gran atractivo, al igual que la Plaza Armenia, que está rodeada de bares y restaurantes, que la convierten en un polo de atracción a toda hora.
Peruanos: esta comunidad americana se ubicó en los barrios de Almagro y Balvanera, principalmente. Está representada por la Casa del Perú, el Centro Cultural Peruano, Peruanos Sin Fronteras y la Asociación de Gastronomía Peruana, entre otros. Este pueblo le brinda a la ciudad una fuerte atracción en la red de restaurantes peruanos que se distribuye por sus barrios. Con platos típicos y sabores nuevos agrega un valor adicional a la oferta nocturna porteña. Además, los interesados podrán visitar la Plaza Perú que contiene un monumento en homenaje al Inca Garcilaso de la Vega.
Franceses: este pueblo deja su mayor influencia en Recoleta, un barrio céntrico de la ciudad, y desde allí se va dispersando por los alrededores. La Alianza francesa, el Hospital Francés, el Centro Vasco Francés son solo algunas de las instituciones que se incorporaron a la sociedad porteña. La mayor atracción que ofrece la ciudad en relación a los franceses es Plaza Francia, en pleno Palermo. Un importante sitio concurrido a la noche por jóvenes de toda la capital, un lugar de encuentro y diversión gracias a la variedad de bares y restaurantes. Además, el Parque Tres de Febrero fue desarrollado por Thays, un destacado paisajista francés. Los curiosos pueden investigar sobre la relación existente entre Francia y Argentina por Carlos Gardel, un símbolo porteño indiscutible.
Japoneses: establecidos por los diferentes rincones de Buenos Aires, los japoneses se reúnen periódicamente en la Asociación Japonesa o en el Centro Okinawense. Protagonizan dos fascinantes propuestas turísticas: la visita al Planetario, donde se puede observar un reloj solar donado por la embajada, y un paseo por los Parques de Palermo, donde hallará una farola japonesa.
Españoles: con una gran raíz en Monserrat y en avenida de Mayo, este pueblo conoce bien las calles de Buenos Aires. Su mayor representación se observa, entre otros, en el Club Español y en el Hospital Español. Su atractivo se observa en el Monumento a los Españoles, en Palermo, en el monumento al Cid Campeador, en Paternal, y, sobre todo, en el Patio Andaluz, en el Rosedal de Palermo.
Brasileros: este pueblo vecino, se distribuye entre Buenos Aires, Gran Buenos Aires y Misiones, al norte de Argentina. Sus 35000 ciudadanos se unen en diversos establecimientos, como la Asociación argentina de capoeira o la Fundación de estudios brasileros. Su mayor punto de interés se observa en la cantidad de centros que permiten los bailes típicas del país: capoeira y samba, y promueven la música del lugar, como el bossa nova. Existe una importante influencia y los bares brasileros son una opción segura entre la amplia oferta nocturna de la ciudad.
Bolivianos: directo desde Sudamérica, esta colectividad halló en Buenos Aires un espacio de integración entre los barrios del sur. Ofrecen una impactante atracción todos los 2 de noviembre cuando se reúnen a recordar el día de todos los muertos en el Cementerio de Flores.
Chinos: este pueblo asiático se ubicó en el barrio de Belgrano y formó el conocido Barrio Chino, donde se hallan el centro budista y la Asociación China. Se destaca por sus locales con productos típicos y por la cantidad de restaurantes de comida china que existen en la ciudad. Una variable muy considerada por las familias argentinas a la hora de ir a comer fuera de casa.
Alemanes: con una fuerte presencia institucional (Instituto Goethe, Hospital Alemán, Club Alemán, entre otros), esta comunidad aporta una gama de restaurantes y bares con una exclusiva carta de cervezas europeas que provocan una atracción indiscutible. Sin embargo, este pueblo otorgó una ayuda fundamental a la ciudad: el Obelisco, ícono de Buenos Aires, fue construido por una empresa alemana.
Bulgaria, Escocia, Eslovenia, Austria, Noruega, Rusia, Portugal, Polonia, Croacia, Uruguay, Irlanda, Suiza, Ucrania, Dinamarca, Cabo Verde y la Comunidad Afro también tienen para ofrecer diferentes atracciones a la ciudad, que se enriquece en la pluralidad, en la convivencia y en la fraternidad de diversos pueblos que la nutren de historia y fuerza.